Madrid: como en casita

Debo confesar que cuando aterrice en Barajas me sentí como en casa: las valijas no aparecían, te mandaban a una cinta y estaban en otras, todo el mundo puteando... como en casa jajaja. Y así fue que de casualidad encontré mi mochila, previo paso por inmigraciones donde por suerte no me jodieron en nada, y me fui a tomar el metro (porque aca si decis subte no te entienden, carajo!).
Por suerte las cosas acá son re entendibles y gracias a las indicaciones de Mariano pude llegar perfecto a buscarlo a su trabajo. Y acá es donde resalto que es mi ángelito en este momento que me recibió en su casa con toda la buena onda del mundo =) . ¡GRACIAAAASSSS!!!
En fin, continuemos con lo demás. Después de un riquísimo almuerzo, fuimos para la casa a dejar las cosas y a buscar a Gastón. Ya los tres, salimos a recorrer y que me cuenten un poco de la ciudad. Ni que decir que la primerea impresión de Madrid que yo tuve es completamente erronea. Es muy diferente a Buenos Aires en muchos aspectos. Quizá casa tenga una que otra cosa que hemos copiado o que tiene el mismo estilo - como por ejemplo cuando iba caminando por Alcalá me sentía como en la Recoleta - pero la ciudad no es nada que ver. Por empezar tiene muchísimos años mas de historia que nosotros ... con lo cual, hay mucho mas para recorrer.
Me voy por las ramas, jaja. Esa tarde hicimos una recorrida hermosa por la ciudad. Caminamos por cerca de la ópera (que me dijeron qeu desde arriba se ve como un ataúd), de ahí al Palacio Real de Madrid que es increíble, seguimos por los jardines de Sabatini y de ahí caminamos hasta el templo de Debod, dónde tomamos unas fotos re bonitas. Obviamente seguimos la caminata por Sol y luego a plaza mayor, que como ya era de noche estaba IMPRESIONANTE. Finalmente volvimos, pues yo no había dormido y ellos habían trabajado, cenamos y a noni.
Al otro día seguimos con el paseo por el barrio de las letras, Km 0 (puerta del sol), caminando por la gran via y Alcalá -previo paso por la Cibeles - y un lindo recorrido por el parque del retiro.
Pero bueno, no quiero irme por las ramas y contarles pasito a pasito, sino mostrar que, como en Londres, acá la gente es terriblemente buena. Siempre dispuesta a orientar e icluso a acompañarme (si, me ha pasado) si te ven perdida.
Ya no se me ocurre que adjetivo utilizar para describirla, solo puedo decir que Madrid no decepciona.

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